Después de mostrar la propiedad a un grupo de interesados que viajaron en helicóptero, la diva estaría por deshacerse de la vivienda que jamás habitó.
Desde hace un tiempo, Susana Giménez se convenció de la mala idea que significó construir una lujosa mansión en una zona alejada de Punta del Este para abrir camino y ponerlo de moda, cosa que jamás consiguió. De hecho, es el principal problema porque el lugar es inaccesible, hasta para ella.
La conductora llegó a convertirse en “broker” inmobiliaria y organizó, hace unas semanas, una jornada para mostrar la casa a los interesados que llegaron en helicóptero y al parecer que hay un posible comprador.
Desde hace tiempo Susana quiere vender su chacra, ubicada a 15 kilómetros de Laguna Garzón y a 70 de Punta del Este. La exclusiva propiedad consta de 500 metros cuadrados con seis dormitorios en suite y un terreno de 101 hectáreas. La misma está valuada en 10 millones de dólares.
Cuando comenzó la construcción, Giménez tenía la idea de que otros famosos como Shakira, Julio Iglesias o Julio Bocca tuvieran sus casas en este “aislado” lugar, pero eso no sucedió. De un momento a otro ella misma dejó de ir porque quedaba lejos y nadie iba a visitarla.
Como si se tratara de una maldición, a estas alturas todos hablan de “la casa que Susana no puede vender”. Y hasta Verónica Lozano –pareja de su ex, Corcho Rodríguez– habló de la situación en su programa de televisión. Su colega tildó la chacra de “perno” y contó uno de los motivos por la cual la estrella de Telefe quiere desprenderse de la mansión.
“Es una casa preciosa, pero es un perno, pide mucha plata y está lejos. Yo fui y es un bulazo hermoso, pero es muy lejos, y para llegar te perdés”, reveló Lozano, que también hizo hincapié en que la vivienda atraviesa un espacio llamado “camino de servidumbre”.
Así se denomina en el campo cuando se tiene una casa en donde no llegan las rutas o cuando el mismo tapa un acceso, entonces se hace un camino o paso de servidumbre que permite llegar hasta la vivienda, con un problema extra de pérdida de intimidad para los propietarios.
Además, Verónica Lozano mostró cómo era el sendero por el cual la gente –sabiendo que ese camino desembocaba en la casa de Susana– se acercaba a mirar y sacar fotos, lo que también molestó a la diva y la llevó a poner en venta la mansión. En un principio pidió diez millones de dólares, suma imposible de alcanzar por cualquier interesado. Asesorada por agentes inmobiliarios que manejan la operación, Susana accedió a rebajar el precio hasta llegar a los cuatro millones.
Según pudo saber Teleshow, en las últimas horas se recibió una oferta de tres millones y medio de dólares, cifra menor que la que pretende Giménez. De lograr una leve mejora, puede llevarla a bajar el martillo y terminar con este tema. Actualmente, la mansión le provoca a Susana una serie de gastos fijos importantes como el pago de sueldos del personal que allí trabaja y gastos de mantenimiento del lugar.
Fuente: Infobae
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