La semana pasada hablamos del hotel San Rafael y el nuevo proyecto de Rafael Vignoli. Eso me llevó a pensar en las casas de Punta del Este, esas que se han convertido en ícono así como lo fue el San Rafael, que parecieran tener un destino común, el desarrollo de proyectos inmobiliarios que se caracterizan por su altura cambiando la fisonomía de lo que otrora fue el balneario con sus casas impresionantes de techos bajos como las que todavía podemos ver en la playa Brava pero…por cuánto tiempo más?
Todavía hay mucha resistencia de la gente a un cambio radical. El lema de Uruguay Natural pareciera calar fuerte entre la gente cuando de desarrollo se habla. No son pocos los emprendimientos que encuentran escollos en el camino.
Uno de los casos que lleva años de polémica es el emblemático POSEIDÓN, una casa que es la clásica postal de entrada de Punta del Este. Esa imagen maravillosa que queda grabada en todos los turistas que llegan por primera vez. La idea original era derribarla, así de sencillo pero no tanto. La negativa se sintió inmediatamente y comenzaron las presiones para que el nuevo proyecto no la destruyera. Los años van pasando y todavía no se resuelve qué hacer y se presentó un nuevo proyecto que tiene el apoyo de la Intendencia de Maldonado y de la familia del arquitecto Samuel Flores Flores, quien es el artífice de la residencia que fue inaugurada en el año 1979.
En medio de la polémica está la devolución del dinero a quienes habían apostado por el nuevo emprendimiento y habían comprado. Y los mismos inversores con sus quejas por el dinero que pierden luego de haber apostado a Uruguay y a esta ciudad.
Otra casa emblemática, Loma Verde. En ella vivió el ex presidente George Bush.
Loma Verde es una de las mansiones más conocidas de la rambla Lorenzo Batlle Pacheco de la Brava. Fue construida a fines de los 70 a partir de un diseño del arquitecto Gomara. Cuenta con 7 dormitorios, 5 baños, entre otras comodidades para albergar a una familia industrial argentina que la mandó a construir. La superficie edificada es de 1.235 m2, en un terreno de 5.148m2.
En 1990, el entonces presidente estadounidense George W. Bush pasó una jornada en ella.
Este caso también presentó inconvenientes para los inversores que pretendían construir una torre de 23 pisos (unos 70 metros de altura) en una zona que sólo permite 12 metros. Finalmente decidieron no invertir. Necesitaban una excepción de la Junta departamental que requiere la mayoría de 25 votos en el plenario.
También quedó en la nada el último proyecto para construir un Condo hotel de lujo en José Ignacio con una inversión de 120 millones de dólares. En las 23 hectáreas que van desde el kilómetro 189 de la ruta 10 hasta la playa planeaban levantar un hotel de lujo frente al brazo largo de la Laguna Garzón. La idea era construir una edificación de cuatro plantas de altura, amenities y un centro de convenciones de 13.000 metros cuadrados, más un condo hotel de 10 bloques de tres pisos cada uno, con un total aproximado de 40.000 metros cuadrados edificados. Hubo muchas idas y vueltas con los vecinos que consideraron la propuesta totalmente desproporcionada y fuera de racionalidad para una zona tan frágil y única del país. Es el eterno dilema entre la tradición y el progreso.
Algo similar sucedió con el Puente Laguna Garzón, que generó mucha polémica pero pudo, finalmente, salir adelante.
Otro ejemplo es lo que sucede con las inversiones de VIVIENDAS PROMOVIDAS. Un nuevo cambio en la normativa hace que los inversores no estén contentos. En 2011 les otorgaron beneficios fiscales para reactivar la construcción pero el año pasado modificaron y pusieron topes y si se superan éstos, las exoneraciones bajan a 40% en vez del 100% en los impuestos. Por ello dicen que ahora los nuevos topes están por debajo del costo de construcción y entonces el promotor pierde totalmente.
Cuál es el camino? Por un lado se promueve la generación de empleo, pero por otro lado es importante tener planificación a futuro.
Nos planteamos qué queremos para la zona esteña, cómo vamos a acompañar el progreso. Es un tema importante y una evolución que se ha dado en los grandes balnearios del mundo. Avanzar y simultáneamente preservar, es posible?
Este año, el barrio más elegante de Punta del Este cumplió 70 años. En 1948, se inauguraba la torre de agua del barrio Parque del Golf y con ella una obra arquitectónica de realce y un símbolo de Punta del Este. También surgía uno de los barrios más exclusivos del balneario, que hasta hoy ha logrado capear con éxito el vendaval de cemento y hormigón que se apoderó de la Península hace ya varias décadas.
Allí Arturo Dubourg construyó decenas de grandes y lujosas residencias rodeadas por amplios jardines, que en muchos casos eran y son verdaderos parques. Para Dubourg fue el comienzo de una etapa profesional en la Península, donde a lo largo de tres décadas llegaría a construir más de cien chalets.
70 años pasaron, qué quedará de su diseño dentro de 70 más?...Una incógnita.
