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Inmuebles usados están hasta 20% por encima de lo que ofrecen los compradores

Experto dice que hay un "divorcio" entre oferta y demanda porque los propietarios tienen una imagen mental de su patrimonio en dólares

Acceder a un inmueble se hace más cuesta arriba para las familias uruguayas. La fuerte suba del dólar de los últimos dos meses junto a la valorización simultánea de la vivienda en esa moneda juegan en contra. Los agentes privados coinciden en vislumbrar un mercado pautado por la incertidumbre y un menor ritmo de negocios. El Índice de Precios de Oferta de Inmuebles de El Observador (IPOI-EO), tuvo un aumento de 6% en los 12 meses finalizados en junio.


Eso implicó una aceleración respecto al ritmo de suba interanual que mantenía en mayo, de 5,1%. El indicador releva la totalidad de los avisos clasificados activos de venta de apartamentos en Montevideo dentro de los principales portales inmobiliarios que operan en el país. Para realizar el indicador, los datos son depurados y luego agrupados por barrios. El impacto de la suba de precios de los inmuebles en el bolsillo de los uruguayos se vio potenciado por un dólar más caro. Si se miden en unidades indexadas (UI), la suba de precios es de 8,4%.

En promedio, la moneda estadounidense cotizó en el promedio de las operaciones de junio 10,6% por encima de marzo. Esa fue la principal explicación detrás del aumento de 11,7% que tuvieron los precios de los inmuebles en UI durante ese período.

Hasta marzo, los inmuebles bajaban de precio medidos en UI (-1,7% respecto a igual mes del año pasado). Eso implicaba un aumento de la capacidad de compra de viviendas por parte de los hogares.

Por el contrario, en los últimos meses, el poder de compra se redujo y a junio acumula una caída interanual de 7,7%. Además, el poder de compra está en su menor nivel desde julio de 2016, un período donde las compraventas cayeron fuerte.


¿Por qué cuesta que bajen los precios de venta?


En los inmuebles a estrenar es donde sí se nota una baja en los valores de venta que compensa parcialmente la suba del dólar, algo que no se da en los usados. "Eso se debe a que los propietarios se hacen una imagen mental de su patrimonio en dólares y no en pesos, entonces ante una baja del dólar no están dispuestos a perder patrimonio", explicó Federico Comesaña, de Briq Analytics.

Como los fundamentos de la demanda están en pesos (pesos constantes, restándole el efecto de la inflación), hay períodos en los cuales los precios de oferta y demanda se divorcian, y eso lleva a que el mercado se enfríe. "Los interesados dicen 'no estoy dispuesto (o no puedo) comprar a estos precios' y los propietarios dicen 'al precio que estás dispuesto a comprar, yo no estoy dispuesto a vender'. Y solo se generan operaciones cuando el propietario cede. Es lo que estamos viendo a partir de abril.

Un escenario similar al de 2016. Las expectativas de los propietarios están desancladas del mercado y están obligados a recortar entre 15% y 20% sus precios para concretar negocios. El elemento subjetivo no pasa tanto por la magnitud de la suba del dólar sino por la velocidad de la corrección", explicó el socio de Briq.

Eso pone en alerta a los consumidores y deciden postergar decisiones importantes de compra. Los indicadores que relevan la propensión a la compra de bienes durables muestran caídas de 17% en los últimos 12 meses, según el Índice de Confianza del Consumidor.



Fuente: Observador




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