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Una de las mansiones que Nicolas Cage vendió para superar sus problemas financieros

En esta propiedad en primera línea de playa el célebre actor fue vecino de Cindy Crawford y pudo disfrutar de unas vistas privilegiadas. Hoy se vende, otra vez, por 30 millones de dólares


Es una de las quince casas que Nicolas Cage (Long Beach, California, 1964) llegó a poseer. Famoso tanto por sus papeles (desde los más prestigiosos, como Leaving Las Vegas o Adaptation a los más comerciales como La Roca, Cara a cara o Con Air) como por sus excentricidades, últimamente se ha visto trabajando más que nunca por su necesidad de ganar dinero para hacer frente a algunos derroches del pasado. Solo en 2018 estrenó cuatro películas. Y en 2016, cinco. Según informó la NBC en 2017, Cage se pulió una fortuna de 150 millones de dólares (unos 135 millones de euros) en cosas tan peregrinas como un cráneo de dinosaurio, una mansión encantada en Nueva Orleans, dos (¡no uno, dos!) castillos en Europa y una isla privada en las Bahamas.

Todas estas inversiones, algunas de ellas más que cuestionables, lo han llevado a tener problemas financieros, además de unos impuestos por todas estas propiedades de casi 13 millones de euros. Aparte de trabajar sin tregua para hacer frente a los gastos (lo último que hemos sabido es que podría interpretarse a sí mismo), Cage se ha ido deshaciendo de sus propiedades. Una de ellas es esta mansión (donde las fotos se pueden ver en este artículo) en la costa de Malibu, pequeña población del condado de Los Ángeles de apenas 12.000 habitantes cuya tranquilidad y vistas privilegiadas han atraído a millonarios y celebridades y la han convertido en una de las más exclusivas del mundo. El actor compró esta casa en 1997, cuando triunfaba en taquilla por partida doble con las cintas de acción Con Air y Cara a Cara, por tres millones de euros. Hoy su precio casi se ha multiplicado por diez: piden 27 millones.



¿Los motivos? No solo la inflación. La mansión, construida al lado del mar y con acceso directo a la playa, no podría existir hoy por motivos de nuevas leyes de costa. El dueño actual es un financiero llamado Jonathan Brooks, que la compró a Cage por unos nueve millones de euros. Brooks, por cierto, también compró y vendió posteriormente la impresionante mansión de Brad Pitt y Jennifer Aniston en Beverly Hills.


La casa, de más de 1.200 metros cuadrados, tiene tres dormitorios y cuatro cuartos de baño. El dormitorio principal, según informa la inmobiliaria, cuenta con chimenea y un enorme vestidor. Cuenta además con una terraza que ofrece una vista privilegiada del océano Pacífico, como se puede observar en la imagen que abre este artículo. El enorme jardín, que incluye una piscina (que actualmente no se podría construir, de nuevo por cuestiones legales) incluye 45 metros de costa.

Al estar en una avenida de acceso privado, la zona ha atraído históricamente a inquilinos famosos que buscan privacidad. Precisamente por ello no son muchos los nombres que han salido a la luz, pero se sabe que Cindy Crawford vivió durante años en otra mansión situada a tres fincas de la misma avenida.

El patrimonio de Nicolas Cage tras sus problemas económicos se ha calculado en 25 millones de dólares (22,5 millones de euros). Esta no es la única casa de la que se ha desecho: este mismo año vendió otra en San Francisco por cinco millones y medio de dólares (4,9 millones de euros).


Panorámica del acceso a la casa, que se encuentra en una avenida restringida a los residentes y ha atraído, por ese motivo, a varias celebridades que buscan tranquilidad.

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