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Tiempos difíciles y políticos con soluciones fáciles.

La región atraviesa momentos difíciles.

Argentina tratando de que el FMI no la deje caer en el pozo mientras intenta contener al dólar, Brasil con elecciones que están mostrando el hartazgo de la gente ante la corrupción y la debilidad para solucionar temas de falta de seguridad, y en Uruguay acercándonos a una temporada veraniega difícil.

Qué pasará este verano es la gran incógnita. El próximo fin de semana será crucial para ver cuánta gente viene a hacer reservas de alquileres como es tradicional en el feriado del 12 de octubre. Pero ya sabemos que será menor la cantidad de turistas que elijan venir a gastar su plata en Uruguay ya que para el argentino este verano costará el doble que el año pasado.


Mientras tanto, los políticos parecieran elegir siempre el mismo y fácil camino a la hora de encontrar soluciones ante la falta de recursos.


En estos días se acrecentó la polémica en torno a una medida de la intendencia de Maldonado para aplicar un impuesto a los edificios que posean parrilleros y pisicinas como amenities. Estos buenos amenities siempre fueron un atractivo del balneario de Punta del Este, elogiado por los excelentes servicios para los turistas. Pero ahora parece ser un pecado y el mejor remedio para solventar la falta de recursos. Si los tiempos son difíciles, los políticos parecieran quedarse sin ideas y recurren a las soluciones más fáciles.

Para el intendente Enrique Antía existen inequidades en cómo están distribuidos los costos de la tasa de higiene para los vecinos del departamento, asegura que es necesaria una redistribución de las tasas para brindar un servicio de calidad.

Pidió ser cautos a la hora de informar a la ciudadanía y no salir a hablar “bolasos” sobre las tasas de Higiene y Salud que la comuna cobrará a ciertos edificios y dijo que solo se ajustarán algunas de ellas porque “hay desigualdad” en el cobro. Según señaló, la tasa que gravará a los edificios que cuentan con espacios comunes de esparcimiento y recreación, así como de recolección, solo se ajustará para los que brindan servicios de alta categoría.

Según el diario Correo de Punta del Este, en total, se recaudarían unos U$S 800mil.

Antía aclaró cuáles son las dos modificaciones que su administración solicitó al legislativo. En el caso de los edificios, se trata de unas 140 residencias de alto valor que “pagarán unos 600 pesos por año” cuando valen millones de dólares.

En esa línea aclaró que desde que asumió el gobierno departamental no hubo ajustes en la Contribución Inmobiliaria, es decir, “cero aumento” a excepción de lo fijado por IPC. También sostuvo que “estamos hablando de costos ridículos en relación al valor de la propiedad. El ajuste en la tasa “cubrirá un servicio de inspección que la Administración realiza permanentemente para la garantía de todos y alcanzará a los edificios de Punta del Este y no a los que se encuentran ubicados en la zona de Maldonado”. El ajuste será para las superficies que brindan servicios de esparcimiento y recreación como piscinas, gimnasios, saunas, parrilleros, salones, canchas deportivas, entre otros.



“Distribución”

Para esclarecer el por qué de esta redistribución Antía dio ejemplos de las situaciones con las que se encontró la Intendencia de Maldonado tras un análisis de los costos: >>> La torre Roosevelt Center que tiene apartamentos de un valor de entre 300 y 400 mil dólares pagará 600 pesos por año. >>> Un penthouse ubicado en la Parada 18, cuyo valor es superior a los 3 millones de dólares, abonará 1000 pesos anuales. >>> En el Complejo Arcobaleno el ajuste será de 140 pesos por año.


Pero existe incertidumbre sobre los valores reales que se pagarán, teniendo en cuenta además, que los gastos comunes que se pagan en Punta del Este, son por demás, mucho más altos que en el resto del país e incluso de los países vecinos.

El jefe departamental también explicó que estos ajustes en la llamada Tasa de Higiene alcanzarán situaciones desiguales que se dan por ejemplo con la recolección de residuos para grandes superficies “porque paga lo mismo aquel al que se le levanta la basura una vez al día, que un restaurante al que el camión debe ir tres veces”.

Hoy en día un parador paga lo mismo que un vecino del barrio La Candelaria, pero requiere tres contenedores y una recolección continua. Siguiendo con ejemplos añadió que “abona lo mismo un almacén de Maldonado que un hotel o restaurante que necesita varios contenedores y un mayor servicio”.

Es por eso que “acá hay una redistribución de los costos de higiene que son necesarios para brindar un servicio de calidad y no un aumento en la contribución”, finalizó Antía.


Brindar un buen servicio está muy bien, pero lo que muchos se preguntan es si el servicio que se brinda está de acuerdo con lo que se paga en el municipio que más recauda en el país después de Montevideo.




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